viernes

Bio-Geo-Astrofísica Sagrada

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Los volcanes son las bocas a través de las cuales respira este mundo interior. ..." “Conversaciones con la eternidad”: Víctor Hugo




miércoles

Tonantzin Tlalli Coatl Lope


 LA MUJER SOL TIERRA
por Sixto Paz Wells

“He aquí una gran señal en el cielo:
Una mujer vestida de sol.
Sobre su cabeza una corona de doce estrellas,
Bajo sus pies la Luna.
Y estando embarazada

Está en dolores de parto”. 

(Apocalipsis Capitulo 12, 1-3)



En Mesoamérica los Mayas hace más de mil quinientos  atrás ya sabían que la Tierra era redonda, que giraba sobre sí misma, que estaba inclinada sobre su eje, y que giraba alrededor del Sol al que llamaban Kinich Ahau. También supieron que éramos parte de una galaxia espiral, y que no estábamos ubicados en el centro, sino en la periferia sobre uno de sus brazos. Y que en el centro de esta galaxia había un sol central al que llamaron el Hunab Ku. 
Todo lo que sabemos de los mayas ha llegado a nuestros días a través de cuatro códices en papel de amate o corteza de árbol  que sobrevivieron a la gran destrucción de los europeos extirpadores de idolatrías del siglo XVI.
Para los mayas nuestro sistema solar giraba de forma elíptica alrededor del centro de la galaxia, una vez cada 260 millones de años, en lo que ellos denominaron “Un Año Galáctico”; y había otro giro también elíptico que se efectuaba alrededor de las Pléyades, una vez cada 25,625 años en lo que ellos denominaron un “Día Galáctico”, dividido en cinco ciclos de 5,125 años  que correspondían: al amanecer, la mañana, el mediodía, la tarde y finalmente la noche. Los mayas dataron el inicio de su civilización en el año 3,113 a.C justo cuando empezaba el ciclo más alejado del sol central, o la terrible noche oscura de la humanidad, que tendría que terminar el 22 de diciembre del año 2,012 de nuestro calendario.
Cada final de ciclo, exactamente en el último Katum que corresponde a los últimos veinte años llega con  intensidad la energía del centro de la galaxia a manera de un latido cósmico o emanación de luz violeta, que es la energía de la transmutación y el cambio. Pero es con mayor fuerza que esta radiación nos afecta cada 13,000 años o cada 26,000 años precipitando drásticos cambios climáticos y verdaderas mutaciones.
Precisamente nos encontramos al final de un ciclo de 26,000 años y según documentos secretos de la NASA, que coinciden con profecías y revelaciones, el cambio climático mundial que se esta registrando  en la actualidad no se debería a la contaminación ambiental y deforestación  generada por el ser humano, lo cual estaría acelerando irresponsablemente el proceso, sino al comportamiento anómalo del sol que esta siendo afectado por la energía del sol central de la galaxia, que es una energía de cuarta dimensión que irrumpe en un espacio de tercera dimensión precipitando cambios de todo tipo y acelerando el redimensionamiento de todo el sistema . El sol esta registrando convulsiones incrementando las tormentas solares  que se están produciendo sobre los 19.5 grados por encima y por debajo de su  ecuador, describiendo la forma de la estrella de seis puntas. 
Esta energía no sólo afecta el campo magnético terrestre reduciéndolo al mínimo, y calentando la atmósfera, derritiendo los polos y los glaciares incrementando el nivel de agua dulce en los océanos con el consiguiente peligro de que se inunden continentes completos y se  interrumpa el flujo de las corrientes marinas , precipitando  un congelamiento súbito de gran parte del planeta, trayendo una nueva glaciación,  sino que también afecta el núcleo de la Tierra haciendo que el planeta se hinche, entre en convulsión  y se resquebraje la corteza. Esta energía esta alterando las mareas internas del magma, por ello se incrementa la actividad sísmica y volcánica con el consiguiente choque violento de placas tectónicas.
Los Mayas ya sabían de todo esto y lo vaticinaron en el libro del Adivino o Chilar Balam de Chumayel. También ellos  le legaron a otros pueblos como los Nahualt, el uso de dos calendarios: el solar y el lunar; que como engranajes de una máquina coinciden cada cincuenta y dos años en una misma fecha produciéndose un alineamiento cósmico, en donde todo vuelve al inicio o empieza de nuevo.
Cuatro ciclos de cincuenta y dos años constituían para los Nahualt (mexicas), un ciclo largo de 208 años, en donde algo extraordinario y maravilloso debía ocurrir. Se cumplió un ciclo largo de 208 años cuando los aztecas abandonaron “Aztlan”, esa isla continente allende los mares donde “las garzas emprenden vuelo al amanecer”.Igualmente otro ciclo largo se completó cuando los aztecas llegaron al valle central de México luego de un largo  peregrinaje de más de siglo y medio guiados por su dios Huitzilopchtli  hacia su tierra prometida, llegando a ubicarse  delante del lago Texcoco donde observaron la señal definitiva, observaron a  un águila comiéndose una serpiente sobre un nopal. 
Coincidentemente  en 1947 se cumplía un nuevo ciclo largo de 208 años concordando con el inicio de la tan mentada Era de Acuario, era de información y conocimiento, simbolizada por el joven Ganímedes, hijo de un rey troyano que fue raptado por el dios Zeus (Júpiter), llevándoselo como copero al Olimpo. Ese mismo año se hallaron los Rollos del Mar Muerto, en la localidad de Qúmran, y también se inició la Era moderna de los Ovni con los famosos casos de Kenneth Arnold en el Monte Rainier, y el Ovni estrellado de Roswell.  Circunstancias estas que favorecieron a pesar de la censura un despertar de conciencias y aceleraron una nueva visión de las creencias, del mundo, del universo y de nuestro rol en la creación. 
En el solsticio de invierno de 1531, se cumplía un ciclo largo nahualt, por lo que se esperaba que ocurriera un portento relacionado con esas fechas que según  profecías, anunciaba  la aparición de la diosa madre Cuatlicue en la zona del Cerrito (actual Cerro del Tepeyac donde ya existía un pequeño santuario prehispánico dedicado a esa diosa, y que había sido mandado a destruir tiempo antes por el propio obispo Zumárraga).
El 9 de diciembre de 1531, un indígena considerado sagrado o santo por los nahualt, llamado “Cuatlatoatzin” (el que habla con la fuerza del águila) y bautizado al cristianismo como Juan Diego, se encontraba en las inmediaciones del cerrito, cuando vio una extraña aparición. Era como un fuego encendido que iluminaba pero que no se consumía. Buscando entender qué era lo que allí ocurría. .Se acercó con curiosidad y se encontró con el espectáculo de  un arco luminoso y dentro de él, a una joven mujer vestida o rodeada como de la luz del  sol. 
Ella se dirigió a él con mucha dulzura y le dio un mensaje para que  lo compartiera con   la persona más importante con la que él pudiera relacionarse. Juan Diego llamaría a la señora: "Tonantzin Tlalli” (mujer sol tierra).
El pensó inmediatamente en el obispo Zumárraga como depositario del mensaje, por ser una persona religiosa, y fue a verle pero no fue recibido por éste. Tres días después volvió a encontrarse con la misteriosa señora en el mismo lugar, quien le reiteró el mensaje, y como demostración para que fuera creído, le pidió que  recogiera en su poncho o tilma de tela de maguey (iztle), unas rosas de Castilla, las cuales no debían de estar allí por no ser propias de la zona. Y así lo hizo, por lo que aquello ya de por sí era un milagro.
Llevó consigo aquel extraordinario encargo y su preciada evidencia, y esta vez si fue recibido por el religioso, quien de mala gana le escuchó. Cuando Juan Diego abrió el improvisado paquete, apareció delante del obispo Zumárraga y otras once personas que estaban presentes allí, la imagen impresa en el ayate de la señora del Tepeyac.  
Cuando el obispo abrumado con semejante aparición, le pregunto a Juan Diego, que ¿quién era ella?, el indígena respondió:- Ella es “Tonantzin Tlalli”, “Coatl Lope”. Inmediatamente el obispo relacionó lo que decía Juan Diego con lo que conocía y podía asociar fácilmente por nombre y apariencia, esto es  con la imagen de  “Guadalupe”, la patrona de Extremadura (Cáceres), en España. Una Virgen Negra que fue hallada en una cueva por unos pastores en el siglo XIII. Pero Juan Diego  no había hablado de la Virgen de España, sino que él había especificado bien que ella era “Coalt Lope” que significa: “La mujer que aplasta la cabeza de la serpiente”. Y es que tanto en el libro del Génesis como en el Apocalipsis se menciona a la mujer que al final de los tiempos habrá de aplastar la cabeza de la serpiente, siendo dicha serpiente el acechador o el demonio.
Las vírgenes negras tienen varios orígenes, en algunos casos éstas imágenes religiosas que generalmente representan a María la Madre de Jesús,  se puede explicar su coloración  por el oscurecimiento de su estructura o superficie como consecuencia de factores externos como exposición a velas, contaminación, recubrimiento con metales (plata), etc. Pero muchas de estas esculturas fueron hechas a propósito con dicha coloración haciendo referencia expresa con ello, a cultos ancestrales a la fertilidad, diosas madres pre-cristianas de origen egipcio (Isis), Celta, Ibero y hasta Romano (Artemisa) y al espíritu de la tierra.
No siempre las vírgenes negras llevan al niño en sus brazos o regazo, muchas veces son ellas las fértiles, mostrando signos de embarazo. La coloración negra vendría de la tierra oscura y fértil llena de nutrientes, excelente para el cultivo. Las imágenes y el culto se concentraban en nacientes de agua o fuentes, alrededor de los cuales vivían las comunidades. Su culto estaba relacionado con la agricultura y con la astronomía. La posición de las estrellas en el cielo era más que importante para definir los solsticios y equinoccios (las estaciones), iniciar la siembra o la efectuar la cosecha. Estas observaciones las hacían originalmente las mujeres de la tribu.
Quienes retomaron el culto a las vírgenes negras después de la primera cruzada fueron los templarios, quienes supieron de la importancia de conservar los santuarios dedicados a la diosa madre (Virgen negra) por haber sido edificados  o ubicados siempre sobre cruces de  importantes líneas de fuerza o enclaves telúricos muy poderosos.
Volviendo a la imagen de la Virgen del Tepeyac, diremos que hoy por hoy con todos los adelantos de la ciencia  no se ha podido llegar a una conclusión con respecto al origen de los tintes en la imagen. Lo que si se sabe es que no  son ni vegetales, ni minerales ni animales. Simplemente son un misterio.
La fibra de maguey no suele durar más de 17 años, y si se le da alguna protección (barniz o laca), podría durar aproximadamente unos 40 años. Pues bien, el ayate, poncho o tilma tienen en la actualidad 477 años, y no se ha desecho.
Otro hecho milagroso e inexplicable es que en los siete milímetros de las córneas de ambos ojos aparecen doce personas reflejadas aparte de Juan Diego, que estaban presentes cuando se develó la imagen. En palabras de los oftalmólogos que la han analizado: “Son como los ojos de una persona viva”. 
La figura tiene proporciones áureas, esto es que la figura esta perfectamente ubicada en el manto y es perfecta. Representa a una mujer morena, de apariencia indígena  parada sobre la Luna. Y es que la palabra “Mexico” significa en nahualt, ”en la mitad de la Luna. Ella es una mujer sol, radiante. Tiene una cinta negra en el vientre  que es el símbolo nahualt de que esta embarazada, exactamente como la escultura de la diosa Cuatlicue que se encuentra en el museo de Antropología de la ciudad de México. Pero si la Virgen María ya dio a luz a su hijo, ¿por qué la Virgen de Guadalupe esta embarazada? Porque ella representa no solo a la Virgen María, sino también al planeta Tierra, que esta embarazada de una nueva humanidad que debe nacer muy pronto.
En el manto de la Virgen hay estrellas, que podrían equivocadamente interpretarse como adornos colocados posteriormente, pero no es así, ya que representan un mapa estelar. Son la exacta posición de las estrellas en el cielo el doce de diciembre de 1531 cuando se producía el solsticio de invierno del hemisferio norte.
En la túnica de la señora hay una serie de flores que son glifos nahualt que representan nombres  de montañas. Por ello se ha hecho el experimento de colocar la imagen de la Virgen sobre una fotografía de la zona central de México tomada desde el espacio, y ciertamente cada una de las flores coincide con cada una de las montañas más importantes en su exacta posición geográfica, como si la imagen de la Virgen fuera de por sí un mapa codificado tomado por satélite desde el espacio. ¿Pero en 1531? ¡Imposible!
Entre las flores que se hallan en la túnica, exactamente debajo de la cinta trapezoidal oscura  se encuentra la flor de cuatro pétalos, que es  el símbolo más sagrado de los aztecas el “Nahui Ollín”, que representa el portal dimensional o el Portal del Nuevo Tiempo. Y precisamente si lo trasladamos al mapa, el Nahui Ollín se ubica sobre ¡el Distrito Federal!
Todo en la Virgen de Guadalupe esta marcado con la clave doce. Se le celebra el día doce del mes doce (doce de diciembre ); se han hallado doce personas reflejadas en los ojos además de Juan Diego; las estrellas en el manto representando el cielo del doce de diciembre. Y ¿qué dice el capítulo doce del Apocalipsis?:

“He aquí una gran señal en el cielo,
Una mujer vestida de sol.
Sobre su cabeza una corona de doce estrellas,
Y bajo sus pies, la Luna.
Y estando embarazada, está en dolores de Parto”…


“Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila,
Para que volara al desierto delante de la serpiente”…


Esto no es otra cosa que la descripción del escudo de México. De tal manera que el Apocalipsis profetizo mil quinientos años antes, la aparición de la Virgen de Guadalupe en México, y la imagen de la Virgen anticipó 477 años atrás lo que habría de ocurrir el 22 de Diciembre del año 2012 donde según las profecías mayas, se producirá el “Gran Parto Planetario” o la “Sincronización de los Tiempos”.   
Otro detalle interesante es que la Virgen se encuentra parada sobre la Constelación de Orión, y la referencia continua es que la mujer pisa la cabeza de la serpiente. De Orión vinieron los primeros ángeles caídos o vigilantes (extraterrestres) disidentes, que quedaron atrapados en nuestro  planeta entre ellos Satanel de aspecto reptiloide. ¿Será esto clara referencia de que al final de los tiempos la humanidad de la Tierra somete a estas entidades?
Lo que sí esta del todo claro es que las fuerzas tenebrosas están haciendo lo imposible como para que no se produzca la elevación de la conciencia humana que podría provocar la  “Ascensión Planetaria” y con ello acompañar al planeta al cambio de dimensión, ingresando juntos en la cuarta dimensión.
Todo esto significa que hace siglos estaba más que anticipado que llegaría el momento de grandes cambios y transformaciones planetarias, y que ciertos lugares y pueblos tendrían un rol protagónico muy particular en el proceso del despertar, por lo que podemos asegurar que en los próximos meses veremos acontecimientos muy intensos que marcaran al mundo, y ellos se iniciarán en México.

sábado

El verdadero prototipo es el fruto del injerto:

"El Prototipo": Jacobo Grinberg Zylberbaum


... una niña mestiza de 8 años ayudó a crear la sinergia perfecta. Durante los siguientes 2 años, crearon la imagen. Contenía, en un equilibrio perfecto, los dominadores comunes de ambas culturas con todos sus símbolos. Sin embargo, estaba dirigida especialmente al pueblo sojuzgado y en un lenguaje pictográfico que seguramente entendería.
El rostro era el de una niña o joven mestiza, dulce y amorosa y llena de pureza y compasión. Sintetizaba, a la perfección, la fusión del Oriente y del Occidente, el primero con sangre india de lejano origen mongol y el segundo; española, ibérica y romana representante sintética del Viejo Mundo. El producto, un ser totalmente nuevo tenía en sí mismo, todas las posibilidades y una apertura más global a todos los valores humanos.
Cubría a la joven un manto azul tachonado de estrellas; Xiuhtilmatli; "La Tilma de Turquesa" lo llamaba Yacatl y era el mismo género que había cubierto a los más grandes Tlatoanis y recordaba a Huitzilopochtli habitante del séptimo de los trece cielos. Las estrellas recordaban a la Citlalinicue; "La de la falda de estrellas" señalándola como Ometeotl en su fase femenina.
La imagen incorporaba lo invisible e impalpable del Yohualli-Echecátl por el cielo azul oscuro lleno de estrellas. Su cinturón recordaba a la serpiente que ciñe a la Coatlicue y activaba, por su color negro otro de los nombres de Ometeotl; Tecolliguengui; "La que está vestida de negro".
Tona-Tiuh, Citlallatonac y Tezcatlanextia también estaban allí en la flor solar a la altura de la matriz y en sus resplandores. Estaban allí la Luna y el Sol en una misma imagen, Quetzalcoatl y Tlahuizcalpantecutli; "Señor de la Estrella de la Mañana" también allí simbolizados por unas plumas sosteniendo toda la imagen. En su cuello un óvalo de jade, igual al que las estaturas de los dioses llevaban sobre su pecho como representación de su alma e inscrito en él, la cruz cristiana.
La imagen hablaba por sí misma y sintetizaba todas las creencias del pueblo Azteca mostrándolas juntas en el nuevo ser que era el producto de las dos razas enfrentadas.
El segundo Dalai Lama la consideró una verdadera llave de símbolos unificados y matizados de amor y compasión. Yacatl estuvo de acuerdo.
Pero la imagen no sólo era un enjambre sintético de símbolos o una fórmula mágica para lograr el despertar de la Conciencia. Representaba algo real pero en potencia; el Espíritu de Me-xi-co en continuidad con la nueva raza creada a partir de un injerto. En ella, la esencia del Espíritu mexicano estaba inscrito; en ella el sacrificio de Cuauhtémoc vivía y alimentaba una vitalidad naciente y no sólo un recuerdo del pasado.
El nuevo ser que era México encarnaba en ella su futuro más noble. El pueblo que representaba estaba allí en su carácter más compasivo, más lleno de luz y amor.
Era una obra maestra de la ciencia Tibetana y como todas las imágenes de los Budas representaba lo más sublime del Ser. Pero no era una imagen Tibetana; era la deidad tutelar del nuevo México, Ometeotl encarnado y el futuro ideal de la nueva raza.
Lo que seguía era esperar el momento y lugar apropiado para mostrarla y eso implicaba una verdadera hazaña no sólo de visualización sino de materialización. El segundo Dalai Lama se internó en los misterios de su tradición y logró maestría en sus técnicas secretas.
En 1531, Juan Diego, un indio de espíritu noble oyó una voz mientras caminaba por el cerro del Tepeyac. Era invierno y todo estaba seco y helado. Sabía que transitaba por la morada de Coatlicue Tonatzin la cuna de Huiízilopochtli.
Oyó una voz que lo llamaba. Se acercó al lugar de donde procedía el sonido y vio una imagen resplandeciente y maravillosa que le habló en perfecto Náhuatl; en impecable "Tecpillatolli" el hablar noble:
Nehuatl — (yo soy) — In Nizenguizca — (la entera-mente) — Zemicac — (por siempre) — Ichpochtli — (virgen) — Santa María In Inatzin — (Santa Maria la madre de) — In Huel Nelli — (el bien verdadero) — Teotl Dios — (Dios) — In Ipalnemohuani — (Señor por quien vive) — In Teyocoyani — (Creador de los Hombres) — In Tlogue Nahuague — (Señor del Cerca y del Junto, "Aquel cabe quien está todo") — In Hhuicahua In Tlaltipague — (Señor del Cielo y de la Tierra)".
Le dijo que era la madre de Ometeotl, que había venido para proteger a los indios, amarlos y cuidarlos y que deseaba que en ese lugar le construyesen un Templo. Le pidió que fuese a dar noticia al Obispo para que él se encargara de hacerlo.
Juan Diego obedeció pero no fue creído. Regresó a dar la mala nueva y la madre de Ometeotl lo llamó de nuevo y otra vez le pidió ir a ver al Obispo. Juan Diego accedió pero con los mismos resultados que antes.
El Obispo pedía señales concretas de la aparición. Entonces Ometeotl le pidió a Juan Diego recoger las rosas de todos colores que increíblemente crecían allí, frescas en la punta del cerro helado y seco. El las colocó en su "Amoxtli" su manto rústico de hilos extraídos del maguey y se las llevó al Obispo. Al dejar caer las flores; sobre el Amoxtli apareció inscrita y perfecta la imagen. El Obispo mandó construir un Templo a la nombrada "Virgen de Guadalupe".

... el verdadero Prototipo no es una máquina, sino el producto de una transformación colosal de la raza humana.

El prototipo”: Jacobo Grinberg-Zilberbaum


jueves

La raza cósmica, la quinta raza, el quinto Sol:

“¡Cuán distintos los sones de la formación iberoamericana! Semejan el profundo scherzo de una sinfonía infinita y honda: voces que traen acentos de la Atlántida; abismos contenidos en la pupila del hombre rojo, que supo tanto, hace tantos miles de años, y ahora parece que se ha olvidado de todo. Se parece su alma al viejo cenote maya, de aguas verdes, profundas, inmóviles, en el centro del bosque, desde hace tantos siglos que ya ni su leyenda perdura. Y se remueve esta quietud de infinito con la gota que en nuestra sangre pone el negro, ávido de dicha sensual, ebrio de danzas y desenfrenadas lujurias. Asoma también el mogol con el misterio de su ojo oblicuo, que toda cosa la mira conforme a un ángulo extraño, que descubre no sé qué pliegues y dimensiones nuevas. Interviene asimismo la mente clara del blanco, parecida a su tez y a su ensueño. Se revelan estrías judaicas que se escondieron en la sangre castellana desde los días de la cruel expulsión; melancolías del árabe, que son un dejo de la enfermiza sensualidad musulmana; ¿quién no tiene algo de todo esto o no desea tenerlo todo? He ahí al hindú, que también llegará, que ha llegado ya por el espíritu, y aunque es el último en venir parece el más próximo pariente. Tantos que han venido y otros más que vendrán, y así se nos ha de ir haciendo un corazón sensible y ancho que todo lo abarca y contiene, y se conmueve; pero henchido de vigor, impone leyes nuevas al mundo. Y presentimos como otra cabeza, que dispondrá de todos los ángulos, para cumplir el prodigio de superar a la esfera.”

“... potencialidades remotas y próximas de la raza mixta que habita el continente iberoamericano y el destino que la lleva a convertirse en la primera raza síntesis del globo ...”

“En el suelo de América hallará término la dispersión, allí se consumará la unidad por el triunfo del amor fecundo, y la superación de todas las estirpes.”

“... aun los mestizajes más contradictorios pueden resolverse benéficamente siempre que el factor espiritual contribuya a levantarlos.

“Raza Cósmica. Misión de la raza iberoamericana”; José Vasconcelos

La raza cósmica (PDF)



Del anhelo por la unidad latino americana, a la unidad planetaria, requisito para el encuentro con la raza cósmica.


miércoles

El mestizaje de México según Regina:

“Con esa profundidad y certeza que tuvo siempre Regina en todos sus juicios, la edecán del 68, definió la naturaleza esencial de lo que fue y significo el mestizaje que dio origen al México de hoy día.
Las naciones, en muchos aspectos, son semejantes a las plantas. En ocasiones requieren de un injerto para renovarse. Es una operación dolorosa y difícil, pero indispensable. Nuestra nación pasó por esa dura prueba. Creo que necesitamos entender claramente la auténtica naturaleza de ese proceso, de lo contrario vamos a estar siempre lamentándonos por algo que fue lacerante, pero necesario y beneficioso”


“El proceso de mestizaje y sincretismo que se llevó a cabo en México durante los tres siglos de la Colonia fue total e irreversible. Abarca genética, cultura y espíritu. La mezcla racial de españoles, indígenas y negros va generando un nuevo tipo de población que posee en su sangre una gran diversidad de herencias. Culturalmente se produce también un enriquecedor sincretismo. Pero es en el ámbito de la más elevada espiritualidad donde han de ocurrir auténticos prodigios
“Amor y destino en Palacio Nacional”: Antonio Velasco Piña


... son trece los seres que integran el Gobierno Espiritual de este Planeta. Cada raza (roja, blanca, negra y amarilla) tiene tres representantes en dicho Gobierno; el decimotercero no pertenece a ninguna raza específica, sino que representa a los distintos grupos que a través del mestizaje darán origen a la quinta raza.
El retorno de lo sagrado"; VI Círculos internos Terrestres y Celestes: Antonio Velasco Piña


EL MOVIMIENTO MEXICANISTA

domingo

"... en Santa María pintados están los toltecas "

... el catolicismo tuvo que recoger algunos de los momentos de la visión tolteca, ...
no se trataba de sustituir una figura por otra, sino como en los catecismos de emprender con los indígenas una camino efectivo hacia la divinidad ...
la transformación del camino tolteca en una visión aceptable para los conquistadores fue una victoria de los sabios indígenas, que en el primer canto que habla sobre la virgen de Guadalupe, mencionan la caída de Tula y como en Santa María, pintados están los toltecas.

Vídeo: Tula, espejo del Cielo ( minutos 38:22 al 39:59)

Alberto Davidoff Misrachi (Arqueologías del espejo)

lunes

Sincretismo planetario:

"... se refería al carácter sincrético y mundial que debía caracterizar a la nueva cultura, para lo cual se requería lograr una síntesis de los aspectos más valiosos de todas las anteriores culturas. Aun cuando por complicadas razones cósmicas, la nueva cultura debía nacer en México, ello no significaba que su desarrollo se circunscribiera a este país, sino por el contrario, estaba llamada a extenderse por todos los confines de la tierra"
La mujer dormida debe dar a luz” Ayocuan

domingo

Una sola raza nueva:

... Los mexicanos de ahora no se sienten depositarios de esos secretos que han sido legados de boca a oreja, por miles y miles de años.
Los han estudiado durante medio siglo, allí en las rocas talladas de los tres continentes; pero después de 500 años (1492-1992) empiezan a sentir que ya es hora, que unidos en una sola raza nueva, empiecen a descubrir y dar a conocer los mensajes eternos que encierran sus montañas, sus huacas, sus templos sagrados.
El pacto de silencio ha terminado; todos están relevados del juramento ancestral; hay que seguir investigando para que la oscuridad se vaya definitivamente y se haga la luz de los nuevos tiempos.
“El Valle Sagrado de Tepoztlán”; Daniel Ruzo

Lo sagrado cósmico femenino, la Luna negra, y los ángeles:



“... la armonía del universo, fuente creadora femenina de la nueva raza humana de la superficie de la Tierra.”

“... la Luna Negra ... se encontra­ban al servicio en la Tierra ... millones de seres ... trabajando en esas con­diciones en la Tierra.”


“... En tiempos pasados, esos seres de gran poder y amor eran llamados Arcángeles.
... Los seres alados que, empuñando espadas, subían y descen­dían las inmensas escalinatas del cielo, como los mostraban las an­tiguas teologías, escrituras y obras pictóricas de entonces, nos fue­ron presentados de la forma como mejor pudiésemos comprenderlos y acogerlos.
... El hombre que optó por la vida interior debe estar listo para conocer a sus hermanos del cosmos más de cerca


Señales de contacto - Trigueirinho

jueves

La Tonantzin-Coatlicue de Malinalli:

“Malinalli quería ver a Tonantzin, a la deidad femenina, a la madre. Quería pronunciar su nombre para ser parte de ella...
...
«¿Donde estas?» preguntó en silencio. «¿Donde estas, alma de las cosas, esencia de lo invisible, eternidad de las estrellas? ¿Donde puedo buscarte para encontrarte, si estás prohibida, si te han desaparecido, si te han arrancado de nuestra fe, si han intentado borrarte de nuestra memoria?»
Al mismo tiempo que formulaba sus preguntas, obtuvo las respuestas. Era como si de verdad, al momento de pensar en ella, hubiera entrado en comunicación con Tonantzin. Escuchó dentro de su mente que la esencia de Tonantzin había regresado al fondo ... para también renovarse. Ahora era viento, agua, fuego, tierra contenida en una semilla qe pronto iba a aparecer pero con nuevos ropajes, nueva forma. Surgiría de los sueños, de los deseos, de las voces que la reclamaban, que la recordaban. Aparecería cuando su pueblo despertara del sueño de muerte en el que estaba sumido, del sueño engañoso que los hacía creer que el reflejo de su cuerpo se había borrado en el cielo. Cuando ellos recuperaran su fe en las fuerzas de la naturaleza, de la creación, podrían pintar con ella su espíritu. Aparecería arropada con los rayos del sol, sostenida por la luna, en medio del aire, temblando en el viento, con una forma nueva, ya que la transformación del hombre, la transformación del mundo, es la transformación del universo. Los mexicas habían cambiado, los dioses, también.
«Cambiarán de forma nuestros ritos, será otro nuestro lenguaje, otras oraciones, distinta nuestra comunicación», le dijo Tonantzin, «pero los dioses antiguos, los inamovibles, los del cerca y del junto, los que no tienen principio ni fin, no cambiarán más que de forma».(184-185)
“Malinche”: Laura Esquivel